Archivo de enero, 2009

La mirada del observador (RBA, 2008), de Marc Behm

Posted in 4 fiambres, Escritores de EE.UU., Hombres que cuentan crímenes, Marc Behm, Novela negra with tags , , , on 28 enero 2009 by uncadaverenmiblog

La mirada del observadorNarrar las andanzas de sociópatas o asimilados, solos o en grupo, y exprimirlos psicológicamente no era algo nuevo cuando Marc Belhm (1925, NJ, EE.UU – 2007, Francia) publicó El ojo del observador, en 1980, pues por entonces Patricia Highsmith llevaba varias décadas haciéndolo.

Para estos autores,  el protagonista no es un policía o un investigador sino los propios criminales de la historia. No se trata de asesinos comunes, que buscan justificarse a sí mismos pero son conscientes del  mal que han causado, ni asesinos en serie de personalidad plana que matan por placer, sino personas sin sentido de la responsabilidad personal, bien por propia elección o bien por incapacidad para distinguir entre el bien y el mal.  Inadaptados sociales que despiertan cierta simpatía en aquellos lectores empeñados en ver la sociedad como una especie de vertedero de basuras. Aunque ocasionalmente puedan matar por curiosidad o para experimentar cosas nuevas y prohibidas, su principal motivación es la conveniencia. Y lo que le distingue del asesino común es su absoluto desinterés por la moralidad de sus actos, la falta de necesidad de una justificación, la ausencia de remordimientos y su soledad.

Al igual que hacía la Highsmith, en la novela de Behm, estos inadaptados no comparten su protagonismo con nadie. Todos los demás personajes son comparsas hasta el punto de que el lector no encontrará en la novela ninguna referencia ética encarnada en personaje alguno.  Hombres ricos -y en ocasiones, violentos-  que se hacen la ilusión de estar conquistando el amor de una mujer cuando en realidad lo están comprando; viejos ciegos Marc Behmsolitarios en busca de compañía; vendedores faltos de autoestima que tratan de impresionar a una mujer hermosa mostrando el valor de su mercancía; tristes y solitarios adolescentes que  lo único que tienen para ofrecer es su afecto; terapeutas vulnerables incapaces de soportar el trabajo en la prisión que acaban estableciendo lazos afectivos con sus pacientes. Frente a todos éstos, sólo la asesina sabe lo que quiere. Ella y el ojo -el detective que la sigue durante décadas- que la observa, justifica y protege y que por momentos se confunde con otro ojo, el del narrador.

Behm se guardará para sí mismo si este sórdido panorama humano está al servicio de la narración o si tiene como objetivo mostrar su visión de la sociedad. Si es sólo compasión lo que siente por sus personajes o en realidad es simpatía o incluso admiración.

Que en una sociedad donde se hace hincapié en la responsabilidad personal, estos personajes -y estos mensajes- sean menos celebrados tal vez tenga que ver con el hecho de que, tanto Behm como Highsmith, acabaran sus días en Europa donde Behm ha terminado convertido en escritor de culto. LLamativo es desde luego, la escasa información que la Wiki ofrece de Marc Behm en inglés.

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Ficha técnica:
La mirada del observador (RBA, 2008), de Marc Behm.
Título original: The Eye of the Beholder (1980)
Calificación: Para mitómanos. 4 Cadáveres (Muy buena).

El observatorio (Rocaeditorial 2008), de Michael Connelly

Posted in 4 fiambres, Escritores de EE.UU., Hombres que cuentan crímenes, Michael Connelly, Novela negra with tags , , , on 20 enero 2009 by uncadaverenmiblog

El observatorio, Michael ConnellySigo sin entender por qué el principal socio de mi pequeño club de novela negra -mi padre- adora a Michael Connelly (Filadelfia, EE.UU. 1956) y a su principal creación: el detective del Departamento de Policía de  Los  Ángeles, Hieronimus Harry Bosch.

Como los mejores personajes de los clásicos, Bosch se describe a sí mismo por medio de sus acciones. De su truculenta biografía se podría haber esperado un resentido social, un delincuente o algo peor, pero lo que el autor hizo surgir fue un personaje obsesionado con las víctimas -las vivas y las muertas- y con una fortaleza moral a prueba de bombas. Su escala de valores es simple: primero, las víctimas; después, nada; luego, tal vez, todo lo demás. Me temo que no habría hecho migas con Zapatero. En esta última novela de Harry Bosch podemos leer:

Debajo del cristal de su mesa, su compañero guardaba fotos de su esposa; debajo del cristal de su lado del escritorio, Bosh tenía fotos de víctimas cuyos asesinos todavía buscaba.

Aún no se ha llevado al cine ninguna novela de Connelly con Bosch como protagonista, quizás porque no es un tipo que resulte  ni simpático ni morboso para el lector.  Connelly ha tratado de crear un personaje lo más real y verosímil posible. Tenía otras opciones que otros autores han explotado, pero él ha preferido el apego a la realidad tanto para el personaje como para su entorno. Hubiese sido demasiado fácil crear una caricatura de tipo duro que divierta al lector. Pero los duros de verdad, los auténticos como Bosch, no son simpáticos. Micheal Connelly

Meticuloso, inteligente, intuitivo, tímido,  solitario, un poco chulo, oscuro, feroz, también compasivo. Se podrá decir que su escala de valores es simple pero no desde luego su personalidad. Harry Bosch no habla mucho, no dice cosas ocurrentes y si te reencarnases en policía de Los Ángeles y te tocara ser su compañero ya te puedes atar los machos porque el nivel de exigencia y de compromiso con tu trabajo estará a la altura del compromiso moral de Bosch.Y junto con su compromiso moral, antes de cualquier otra consideración, Bosch es básicamente un hombre de acción que en vez de hablar actúa y nunca se queja.

escena del crimen

El jardín de las delicias -la obra de El Bosco que se encuentra en el Museo del Prado– es para Michael Connelly una alegoría de la ciudad de Los Ángeles, de ahí el nombre del detective (Hieronimus Bosch es el nombre inglés de El Bosco). Pero será la única alegoría de sus historias: el resto, según insiste Connelly, sería tan real como las calles y autopistas de Los Ángeles que tan minuciosamente nos narra en sus novelas; su parques, lagos y colinas; la burocracia del Departamento de Policía y las luchas políticas en su seno; los procedimientos de las investigaciones criminales, los bares donde los policías desayunan café con donuts y el código entre compañeros del cuerpo.  Incluso nuestro propio Bosch estaría tomado de la vida real.

¿Y qué podemos decir de El Observatorio, la última novela de Connelly? Que sigue en su línea. Algo más frenética de lo habitual -la trama transcurre en apenas 13 horas-, algo más breve de lo habitual. Por lo demás, Harry Bosch en estado puro. A mi padre le ha encantado y a mí también porque, al final, ha conseguido que Hieronimus Bosch me acabe cayendo bien.

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Ficha técnica:
El Observatorio (Roca Editorial, 2008), de Michael Connelly.
Título original: The overlook (2007)
Calificación: Nuestro Harry cumpliendo años. 4 Cadáveres (Muy buena).

Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino, 2008), de Stieg Larsson

Posted in 3 fiambres, Escritores europeos, Escritores nórdicos, Hombres que cuentan crímenes, Novela negra, Stieg Larsson with tags , , on 13 enero 2009 by uncadaverenmiblog

Si junto con las ventas millonarias existe algún indicador que muestre el éxito de una novela, éste es la rapidez con que se la lleva al cine.  Y este aclamado best seller va a batir todos los registros a juzgar por la rapidez con que se estrenará en Suecia la película basada en Los Hombres que no amaban a las mujeres.

Es inevitable comparar la exitosísima primera novela de Stieg Larsson (Suecia 1954-2004) con la serie del detective Wallander creada por Henning Mankell que nos mostró la Suecia moderna. Ese país nórdico se nos sigue apareciendo como un extraño lugar habitado por personas solitarias y solas, con una rara manera a la vez confianzuda y distante de tratar a los desconocidos y en el que, a pesar del calentamiento global, sigue haciendo frío, mucho frío.

Los hombres que ...Pero ahí acabaron las semejanzas, porque mientras Wallander contempla con  asombro cómo se derrumba el paraíso socialdemócrata,  echa de menos a su disgregada familia,  siente el dolor de acercarse a la vejez en soledad y tiene una vida afectiva que –cuando la tiene- es un desastre, Larsson ha creado un héroe que parece estar por encima de estas pequeñeces y que es la clave de una novela con unas asombrosas pretensiones moralizantes.

Y es la clave porque, en una novela que intenta abordar el espinoso asunto del maltrato a las mujeres, el protagonista es el ejemplo moral que nos propone el autor; es el hombre que sí ama a las mujeres y el contrapunto a tanta violencia, maldad y sufrimiento.  Un contrapunto que parece solucionarlo todo con empatía, talante y sinceridad, y al que no le importa asumir con naturalidad el fin de su matrimonio y no poder ver crecer a su hija por no haber querido prescindir de lo que llama su adicción: las relaciones con una amiga de juventud que, a su vez, comparte con el marido de ésta.

Con una agenda amorosa apropiadamente sincronizada por el autor, nuestro protagonista gestiona su pequeño harén sin más contratiempos y así el autor evita meterse en líos. Y me da a mí que no menea mucho más la cosa no vaya a ser que se muestre, negro sobre blanco, que donde parecía que había respeto en realidad lo que hay es indiferencia; donde había comprensión, interés; donde había madurez, falta de pasión y, en definitiva, Stieg Larssonincapacidad para amar. Y si algo así se insinuase, adiós al nuevo y pueril modelo de hombre sueco con el que este nuevo doctor Ochoa pretende solucionar el problema de las relaciones entre hombres y mujeres allí donde el omnipresente Estado de Bienestar sueco ha fracasado. Y adiós a la moralina progre.

Es en la trama estrictamente policiaca donde la novela se muestra más consistente: allí donde Mankell nos aburre dando una y otra vuelta a los mismos elementos de la historia, Larsson desarrolla una, si no brillante, sí ágil trama que en realidad son varias –de ahí la longitud del libro– que se suceden y superponen con rapidez. Nada muy original pero si –como es el caso– está bien planteado, a los aficionados nos gusta revisitar estos tópicos aunque lo hayamos leído en innumerables ocasiones, y a los no tan aficionados les gusta porque lo ven hasta novedoso. Así que todos contentos.

Y si la moralina progre del protagonista en materia de moral sexual es un disparate, lo del trasfondo político es ya un delirio. Porque sólo así se mankellpuede calificar a una historia en la que la desconfianza lleva a los protagonistas a solucionar sus problemas completamente al margen de las instituciones y del Estado de Derecho mientras, al mismo tiempo, el autor se muestra como el último verdadero creyente de la socialdemocracia sueca y ajusta cuentas con los enemigos del Estado de Bienestar.

Ni nuestro Mankell habría hecho el ridículo de ese modo ni nuestro Wallander se hubiera dejado utilizar para tan burdas y pueriles intenciones. Léase si no La quinta mujer, quizás la mejor novela de Wallander, cuyo trasfondo es también el maltrato a las mujeres. Pero esta vez, de verdad. Por eso, porque es verdad, aunque esté solo y sea un desastre, queremos tanto a Wallander. Y por eso Mankell perdurará. Larsson, no estoy nada seguro.

Y para quien no conozca al entrañable detective sueco, aquí va un trailler de la miniserie Wallander, recientemente estrenada por  la BBC, y protagonizada por Kenneth Branagh:

Y aquí tenéis el trailler de la versión sueca que fue emitida por LDTV:

Así que ya sabéis: si os encontráis en Suecia y tenéis algún problema, acudid al inspector Kurt Wallander.

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Ficha técnica:
Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino, 2008), de Stieg Larsson.
Título original: Mænd der hader kvinder (2005)
Calificación: Pretenciosilla. 3 Cadáveres (buena).

Entre dos aguas (Umbriel, 2007), de Rosa Ribas

Posted in 3 fiambres, Escritores españoles, Mujeres que cuentan crímenes, Novela negra, Rosa Ribas with tags , , on 9 enero 2009 by uncadaverenmiblog

ribas3Entre 1959 y 1973 emigraron a diferentes países de Europa más de un millón de españoles por causas económicas. El número no puede estar mejor documentado: el Instituto Español de Emigración coordinaba las relaciones con los países de destino y sus empresas. A los candidatos se les sometía a una revisión médica y a una entrevista y, si resultaban aptos, se les ofrecía pasaporte, un billete de tren y un contrato de trabajo por un año.

Los milagros, como la magia, dejan de serlo cuando se conoce el truco. El milagro económico español, lejos de ser obra de este caudillo, ese ministro o aquel plan de estabilización, recayó sobre las espaldas de millones de españoles  con los que las generaciones posteriores tenemos una deuda contraída que difícilmente podremos pagar.

Vívían modestamente, prosperaban, regresaban, volvían, se enamoraban, se casaban, tenían hijos y mandaban remesas. En la época de mayor esplendor, en los desfiles de la Casa de España de Frankfurt que se celebraban con motivo del día de la raza, todas las regiones estaban representadas por los emigrantes y  vestían a los niños con los trajes regionales.  Allí los españoles mataban la nostalgia, comían platos de su tierra, jugaban al mus y recordaban sus lugares de origen. Muchos se quedaron allí a vivir y a morir.

rosaeda3Que a la comisaria Weber-Tejedor le asignen la investigación de la muerte de un viejo emigrante español que ha aparecido ahogado en las aguas del río Mena, en Frankfurt, parece la opción adecuada pues, como indica el juego de palabras de su apellido – weber significa tejedor en alemán – la protagonista de la novela es una germano-española, hija de la emigración.

Y si la Hauptkommissarin Weber-Tejedor es la persona adecuada para llevar esta investigación, el género policiaco clásico es el adecuado para que Rosa Ribas recorra  el pasado y lo que quedó de él en ésta su segunda novela, y muestre cómo han cambiado los tiempos, los españoles, los europeos y  la inmigración.

La novela está francamente bien. Sólo un pero a la trama: dudo tanto de que los monasterios españoles poseyesen valiosas riquezas escondidas, como de que la inmigración española estuviese muy pendiente de hacer oposición al franquismo. Estas invenciones mejor las hubiese dejado para Cuéntame.

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Ficha técnica:
Entre dos aguas (Umbriel, 2007), de Rosa Ribas.
Calificación: Melancólica.  3 Cadáveres (Buena).